Los abrazos tiernos





Si algo hay en el mundo que reconforte más que el abrazo de una madre-abuela...que me lo digan.

...desde luego, para mis hijos, no hay mayor placer que el escuchar el corazón de la abuela...
Desde chicos mi madre siempre les decía: 
venid al colchón de la abuela! 
y ellos salían corriendo a sentarse en su regazo 
y poner la oreja en su pecho... 

Yo sé que eso es maravilloso...porque, yo, lo sigo haciendo... 
y es que tiene un sonido tan especial el corazón de mi madre...