Cuando deseas algo muy fuerte... se cumple

                          

Comenzó la mañana con el deseo número 17, un juego que compartimos, mis compañeros y amigos de la Facultad y yo, contando hacia atrás el día que nos volvemos a reunir: "No perder de vista estas vistas ... nunca"  y ése es el peligro que tienen los deseos, que corres el riesgo que se cumplan... claro, que no creía yo que pudiera cumplirse tan pronto...
Salimos a desayunar y empecé a alegrarme de haber salido... las sorpresas que te dan las paredes son tan bonitas!!!


Decidimos subir al estudio del gran Amalio en la plaza de doña Elvira



 me recreé en cada rincón de esa casa, añorando mis buenos años en la Facultad de Bellas Artes, y en tantos recuerdos que me traían los papeles, la plancha de cobre, el tórculo, la muñequilla...


 Y de nuevo en el día de hoy, desde otra ventana, la ventana de don Amalio: la Giralda, allí estaba desde otra perspectiva, pero allí estaba...


Después llegó la hora del almuerzo, hoy celebrábamos la jubilación de una compañera, una compañera que huele a nardos, ....y llegamos al Río... a Rio Grande...



 ¡¡Y que vistas!!


Y de nuevo estaba allí...detrás de la Torre del Oro...desde otra ventana, desde otra perspectiva, pero allí estaba....



 Y después del almuerzo , el café, las copas, las risas, todo muy emotivo y muy bonito... pero sin saber porqué me puse intranquila y en el momento que una de mis compañeras dijo..." va haber que irse, no?" , inmediatamente respondí: yo me voy contigo!!!... y caminito de mi bicicleta cruzamos el puente y paseamos por ese maravilloso barrio de Santa Cruz, ya cayendo la noche.

Y antes de que me diera cuenta había pasado del glamour de Río Grande con sus vistas, al glamour del Mudarra con las suyas



 La coca-cola era la misma, pero la compañía había cambiado...


Es la hora del imperdonable café de todas las tardes, hasta lloviendo mi padre ha querido salir...dice que la lluvia a él le sienta muy bien... desde luego es una pasión que le acompaña desde hace años... le encanta mojarse, igual que a mi hijo...

Hoy se quejaba de lo poco que sale y lo mucho que ha deseado el café de esta tarde... y mira se ha cumplido... porque hoy todo apuntaba que el café se suspendía sí o sí ... pero debe ser cierto eso de que cuando deseas mucho una cosa, se cumple....

"Mari Belli, hoy no he salido casi nada... la muchacha de por la mañana me saca poquísimo, el paseo es mu corto...claro que ella es como un pajarito, casi no puede conmigo... recién comía y sin cagar no llega a los 48 kilos...es que no se le puede pedir más a la chiquilla. Y tu madre me tiene castigao porque dice que me quejo mucho y ni he hablao en toda la mañana ... si hablo me pone dos banderillas"

Yo creía que me moría de la ocurrencia del peso y de las banderillas....y casi se me saltan las lágrimas de la risa .... En esto, se une uno de sus amigos a la tertulia, Abel, un señor que tiene ganado y que siguiendo con la conversación del peso, nos cuenta que para que una vaca parezca que tiene más peso, se le debe poner en un cerro.... no sé si querían poner entre los dos a la chica, de la ley de dependencia, en un cerro...



 y de conversación en conversación, mi padre, que no le gusta hablar mucho... 
terminó la tarde con un refrán: 


"La lengua es una fortuna si la sabes bien mover"

Una tarde muy instructiva... 
he aprendido más en el Mudarra esta tarde, que viendo Giraldas esta mañana....


Y cuando llego a mi casa, me encuentro con esta estampa:



 Y pienso: SOY LA MUJER MÁS AFORTUNADA DEL MUNDO.

Mi próximo deseo será:  Deseo que nada cambie

Somos la generación más miserable...

Gobierna tu casa y sabrás cuánto cuesta la leña y el arroz; cría a tus hijos, y sabrás cuanto debes a tus padres.
Proverbio oriental


Como cada tarde, llega la hora del café, esa hora ineludible, que ,tenga o no tenga algo que hacer, tengo que dejar todo y llevar a mi padre a que eche el ratito de charla con los amigos...


Él no me dice nunca nada sobre las charlas, es un acuerdo tácito: 

Lo llevo, oigo y callo...

Desde pequeña hasta ahora, cada vez que tiene una oportunidad, me recuerda que los niños no deben meterse en conversaciones de mayores... como si sólo cumpliera años él....

*  *  *

Felipe, es uno de los contertulios del café, él, es amigo de mi padre desde la juventud, también es el padre de mis amigas, Maria Jesús y Esperanza (aunque tiene 2 hijas más , Rocío la mayor, y Ana, la más pequeña, que por edad no salimos juntas), es también, el suegro de Joaquinito, el amigo de la infancia de mi marío y es además el abuelo de Joaquín, el amigo de mis hijos...en fin...que, puede decirse que somos como una gran familia...

La otra tarde, mientras tomábamos café, Felipe tomó la riendas de la conversación y sin saber muy bien porqué,afirmó taxativamente:

...SOMOS LA GENERACIÓN MÁS MISERABLE...

Se me agudizaron los sentidos ante tal expresión y presté atención a sus palabras...

(...)"Mira, somos hijos de la guerra, vivimos la post-guerra, tú y yo no pasamos hambre Rafael, pero necesidad, en aquélla época, si se pasaba...vivimos una dictadura, que sobrellevamos con dignidad, después el cambio ... ,que nos adaptamos como pudimos, vivimos dos crisis fuertes, la del 85 y la del 93, y nos repusimos...y ésta...que es la tercera, y también la estamos viviendo...y sufriendo ...unos más y otros menos...

Criamos a nuestros hijos y cuidamos a nuestros padres, y ahora nos toca, también, servir a nuestros nietos... 


¡¡y encima nos ha tocao la liberación de la mujer!!... 

¿se puede ser más desgraciao?...


Se me escapó una sonrisa, no pude evitar darle la razón en todo, salvo en una cosa,..., en lo de "servir a los nietos", que yo sé que lo decía con la boca chica, porque, por lo menos en mi caso, yo sé que mi padre vive por y para sus nietos, y que no hay cosa que le haga más feliz que el contacto con ellos.


Cuando la vida te envía castigos, te compensa también con regalos, y casi siempre el juego se queda en tablas...

Por un lado, a veces, te quita mucho y por otro lado también, a veces,  te regala mucho...y en ese aspecto, mi padre es un tio con suerte...quizás la balanza se incline más hacia los regalos que hacia los castigos, ..., claro que él dice que la suerte uno no la encuentra, sino que la busca...

Llegó el primer nieto, con su mismo nombre, que ahora es un hombrecito,...derramamos muchas lágrimas...pero aquí está. Un buen regalo después de algunos años de triste castigo...


Después llegó mi Antonio, para él, casi su primer nieto...


Han pasado 12 años ya...y ahora es su enfermero...



Un año más tarde llegó "su" Rafael, por el que siente verdadera pasión...y no es porque sea precisamente, Rafael, un cascabel con el abuelo...pero son cosas que, imagino, no se pueden evitar...


Un año más tarde llegó María...


y después la chiquitina de la casa, mi Andrea...
"mi Andreita" como él dice



Los cinco son como sus cinco sentidos...

Sus cinco nietos son los regalos que la vida le ha dado, compensándole por lo que, a lo largo de los años, le ha ido quitando...

...pero tú...¿tú que tienes en la oreja?...

No me deja llevarme la cámara, dice que ya está bien de fotos y de tonterías... tampoco me deja llevarme el móvil, porque dice que no estoy en lo que tengo que estar, que es echarle sacarina y menearle su café...

Ahora dice que ya no escriba más tonterias en internet, que llega al bar por  la mañana y ya saben todos más que él...

Y esta tarde, para rematar, me encuentro con la prima Conchi de Manolito y me dice, en su presencia, que sigue mi blog y que le encanta lo que escribo sobre mi padre y mi madre...comienza la odisea... cuando nos interrumpe la conversación y dice:

"ustedes nos van a perdonar, pero cuando a mi hija se le da conversación no para...y yo, es que tengo que ir a tomar café"...

Así que rota la conversación, seguimos caminito hacia la "Maruchi" para tomar café...una vez allí las mesas están completas y decidimos volver al kiosko Trianilla , en el que estaban mis amigos Domingo y Pedro con sus respectivas esposas y amigas mias, Toñi y Carmen.

Pero mi padre dice que con ellos no nos sentamos, porque molestamos... En fin,yo sé que a él lo que realmente le pasa, es que como no ve, y quiere tomarse un pastel, le da un poco de vergüenza comer y ponerse guarrísimo de restos de hojaldre...así que con todo el dolor de mi corazón, no me siento con mis amigos, entendiendo perfectamente su situación y nos sentamos en otra mesa cercana.

Llega el camarero que atiende las mesas y nos pregunta, pedimos nuestros cafés y el pastelito y se va...al volverse el chaval, me dice mi padre : "ese muchacho tiene un pendiente en la oreja ¿no?" ...el muchacho no tenía un pendiente en la oreja, tenía un agujero, muy considerable, con un ajustador-dilatador de lóbulo de oreja amarillo fluorescente, pero preferí no decirle nada más para no entrar en una posible discusión sobre los "hombres de hoy en día"...o "la nueva masculinidad" como la llaman ahora...

El chico regresa con la bandeja y coloca los cafés cuidadosamente en la mesa, y mi padre le pregunta: "tu no me conoces a mi ,¿ no?". 
No, responde el chaval...
Yo, es que no veo, continúa mi padre, perdí la vista hace mucho...pero tú...¿tu que tienes en la oreja?...

[Yo no sabía donde meterme...yo creía que me iba a dar algo, primero le dice que no ve y luego le pregunta que tiene en la oreja!!!!]

...el muchacho un poco extrañado pero intentando ser amable le responde sonriendo: "es un pendiente"...

y contesta mi padre: Ah! menos mal, pensé que era una enfermedad....y te iba a dar un consejo de una pomadita que a mi me viene muy bien...

Yo no daba crédito... no sé si con la edad, los mayores, se permiten las licencias de decir todo lo que les viene en gana...y se quedan tan panchos....




¿Dónde estais...que os siento aquí?

La muerte no existe, la gente sólo se muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo.
Isabel Allende



Pocas veces no protesto por tener que hacer de taxista..quizás sea éste el único día en que voy de buen agrado haciendo esta excursión...porque, realmente para mi, es una excursión.

Hoy es el día de todos los santos, es un día mucho más bonito para visitar a nuestro difuntos. Vamos, de nicho en nicho, las tres, mi tía, mi madre y yo...ahora a éste y ahora a aquél... 

Andamos por el cementerio, como de visita, a ver a todos los seres que han significado algo en sus vidas.



Mis abuelos, desde hace un año, ya no reposan en ningún cementerio, una parte de ellos están junto a un limonero en el campo, en un árbol donde mis hijos siguen jugando...y la otra parte, no la digo porque prefiero guardar el secreto.

Ahora las visitas familiares al cementerio son para mis abuelos paternos y para mi tío Valentín...


Se ponen las dos a charlar de su hermano mirando la lápida y las flores... y me parece una preciosa manera de traerlo de nuevo a sus vidas...de traerlo de nuevo, a él, a la vida.



La excursión por el cementerio te regala vistas como éstas... que te regalan una sonrisa, porque hoy no es un día triste, es un día de celebración... es un día para traer con nosotros a los que se fueron.



Para traer, al mundo de los vivos, incluso a aquéllos que parece que de verdad murieron, porque los han olvidado...


Mi tía es la que hace de Cicerone en el cementerio, ella es la que va delante guiandonos en el recorrido y mientras le hacía la foto, dice : "y ahora vamos a ver a mi amiga"... como si estuviésemos por las calles del pueblo de casa en casa...


"Tira por aquí, Belledita! que ella está aquí, en esta calle..."


y aquí estamos las tres de excursión en el cementerio...visitando a las amigas de mi tía y de mi madre, ..., y yo encantada de ver como traen, entre las dos, a sus difuntos a la vida...


Y estaban delante de esta tumba, rememorando a su amiga y trayéndola de nuevo a la vida.

Y es que la vida, al igual que la muerte, te regala algunas cosas que no tienen precio... como por ejemplo ese amor eterno que vive en nuestros corazones...esa llama que nuca se apaga.


Mi madre, como muchas de nuestras madres, y como alguna de mis amigas, perdió lo más grande: a su padre y a su madre...

Pero mi tía...mi tía perdió lo siguiente a lo más grande, mi tía perdió a su hijo, y la he escuchado suspirar, al menos en tres ocasiones hoy,  por los pasillos floreados del cementerio, disimulando... disimulando mucho... buscando una cruz que nunca existió en ese, ni en ningún otro cementerio.


¡¡Que falta nos hace algunas veces tener a un ser querido dentro de un nicho!!

...tener un sitio a donde "ir a visitar"...

¡¡¡cuantos dolores se pueden aliviar hablándole a una lápida!!!


que alivio, para algunos, es tener un lugar al que puedes ir a limpiar...para tener la excusa de tocar, un lugar que permanezca siempre en nuestra memoria... y en nuestra retina...


...que alivio se siente, en el alma,  cuando tienes un lugar, físico, donde dejar un ramo de flores como regalo.



Y ahora vamos a ver a la Emilia, Belledita!...

y sin darse cuenta la rememoran y la traen a la vida!


"La Emilia" es amiga de mi tía, de mi madre ...
y la madre de mi marío...

Y mientras la tengamos en el recuerdo, mientras la tengamos en el corazón, estoy convencida que, la traemos a la vida cada vez que nos acordamos de ella.