...pero tú...¿tú que tienes en la oreja?...

No me deja llevarme la cámara, dice que ya está bien de fotos y de tonterías... tampoco me deja llevarme el móvil, porque dice que no estoy en lo que tengo que estar, que es echarle sacarina y menearle su café...

Ahora dice que ya no escriba más tonterias en internet, que llega al bar por  la mañana y ya saben todos más que él...

Y esta tarde, para rematar, me encuentro con la prima Conchi de Manolito y me dice, en su presencia, que sigue mi blog y que le encanta lo que escribo sobre mi padre y mi madre...comienza la odisea... cuando nos interrumpe la conversación y dice:

"ustedes nos van a perdonar, pero cuando a mi hija se le da conversación no para...y yo, es que tengo que ir a tomar café"...

Así que rota la conversación, seguimos caminito hacia la "Maruchi" para tomar café...una vez allí las mesas están completas y decidimos volver al kiosko Trianilla , en el que estaban mis amigos Domingo y Pedro con sus respectivas esposas y amigas mias, Toñi y Carmen.

Pero mi padre dice que con ellos no nos sentamos, porque molestamos... En fin,yo sé que a él lo que realmente le pasa, es que como no ve, y quiere tomarse un pastel, le da un poco de vergüenza comer y ponerse guarrísimo de restos de hojaldre...así que con todo el dolor de mi corazón, no me siento con mis amigos, entendiendo perfectamente su situación y nos sentamos en otra mesa cercana.

Llega el camarero que atiende las mesas y nos pregunta, pedimos nuestros cafés y el pastelito y se va...al volverse el chaval, me dice mi padre : "ese muchacho tiene un pendiente en la oreja ¿no?" ...el muchacho no tenía un pendiente en la oreja, tenía un agujero, muy considerable, con un ajustador-dilatador de lóbulo de oreja amarillo fluorescente, pero preferí no decirle nada más para no entrar en una posible discusión sobre los "hombres de hoy en día"...o "la nueva masculinidad" como la llaman ahora...

El chico regresa con la bandeja y coloca los cafés cuidadosamente en la mesa, y mi padre le pregunta: "tu no me conoces a mi ,¿ no?". 
No, responde el chaval...
Yo, es que no veo, continúa mi padre, perdí la vista hace mucho...pero tú...¿tu que tienes en la oreja?...

[Yo no sabía donde meterme...yo creía que me iba a dar algo, primero le dice que no ve y luego le pregunta que tiene en la oreja!!!!]

...el muchacho un poco extrañado pero intentando ser amable le responde sonriendo: "es un pendiente"...

y contesta mi padre: Ah! menos mal, pensé que era una enfermedad....y te iba a dar un consejo de una pomadita que a mi me viene muy bien...

Yo no daba crédito... no sé si con la edad, los mayores, se permiten las licencias de decir todo lo que les viene en gana...y se quedan tan panchos....